Actualmente existen grandes avances en numerosos sectores industriales y, en el caso de la electricidad, no iba a ser una excepción. La evolución que ha tomado provoca una necesidad de actualizar las instalaciones eléctricas antiguas para adaptarse al ecosistema actual.
Una de cada dos casas en España tiene más de 40 años, dejando una antigüedad media del parque de vivienda de 43.5 años según la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI). Esto provoca que tan solo una de cada tres viviendas españolas (con una antigüedad superior a 20 años) tendría una instalación eléctrica segura.
Además, tan solo un 22,4% de viviendas existentes en España se edificaron de acuerdo con los requisitos del actual Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), según el informe OREVE 2024.
CLAVES PARA TOMAR ESTA DECISIÓN
1. Seguridad: Crear un entorno seguro en tu lugar de trabajo o vivienda es clave para reducir el riesgo de incendios. El 29,9% de las víctimas de incendios en España, se derivan de una causa eléctrica.
2. Normativas: Cumplir con los aspectos legales es esencial y las normativas van cambiando para adaptarse a los diferentes avances tecnológicos, garantizando así la seguridad de tu entorno. El objetivo de la UE es descarbonizar totalmente el sector residencial para 2050.
3. Ahorro de energía: Evita que tu instalación obsoleta consuma más de lo que debería, incrementando su coste. Renovar las instalaciones eléctricas supone un ahorro a largo plazo tanto en el precio como en el impacto al medioambiente.
4. Capacidad y fiabilidad: Necesitamos un entorno capaz de soportar el incremento en el uso de dispositivos electrónicos. Existe una mayor demanda de enchufes dentro de una empresa o vivienda y es importante evitar sobrecargas.
5. Valor de la propiedad: A la hora de adquirir una vivienda o una oficina se demanda que la instalación eléctrica esté actualizada y sea segura. Contar con ello es un aspecto que incrementaría el valor de la vivienda.
Una vez renovado el circuito eléctrico, se recomienda realizar inspecciones periódicas y llevar un registro de todas las reparaciones que se lleven a cabo. El mantenimiento es esencial para asegurar el correcto funcionamiento a lo largo de los años.
En definitiva, renovar las instalaciones eléctricas se está convirtiendo en algo necesario para la transición energética, evitando así riesgos que comprometan la integridad de cualquier edificación y la salud de las personas.
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